viernes, 27 de mayo de 2016


Más allá de manejar el inglés
y conocer su metodología
                      


   Por Enrique Rojas  



En nuestro país el aprendizaje del inglés ha ido, evidentemente, cobrando una importancia creciente en los últimos años. Para generaciones anteriores, que estudiaron en colegios particulares, el curso de Lengua Extranjera, era un adicional, algo extra dentro de la malla curricular, a lo que generalmente se asignaba una jerarquía subalterna respecto a las materias realmente importantes como matemáticas o lenguaje, por ejemplo. Dentro de esta denominación, diversas instituciones impartían clases tanto de la lengua de Shakespeare como de francés, italiano, alemán, chino y japonés, entre otros. Quienes estudiaron en planteles del estado no tuvieron acceso a ningún idioma extranjero o quizás lo tuvieron sólo de forma simbólica.
Actualmente la situación ha cambiado considerablemente. La primacía del inglés como lengua internacional es indiscutible. Y la enseñanza de esta materia ha pasado a ocupar uno de los primeros lugares de importancia en el currículo, si no es que el primer lugar. Y esto se explica fácilmente porque en el mercado laboral el conocimiento de esta lengua ha adquirido una transcendencia preponderante.
Así lo explica el profesor Idel Vexler, por largos años y bajo diferentes administraciones, Viceministro de Educación Pública: “Hace muchos años el Inglés constituía un aprendizaje accesorio y complementario. Actualmente, ha dejado de serlo y se ha convertido en un aprendizaje imprescindible para acceder y procesar la vastísima e incesante información humanística, científica y tecnológica del mundo contemporáneo”. Por ello aclara que los currículos escolares de la Educación Básica del sistema educativo peruano señalan como uno de sus propósitos pedagógicos el “conocimiento del Inglés como lengua internacional”.

Un despertar al mundo

El actual gobierno se tornó mucho más ambicioso al respecto y se propuso convertir al Perú, para el 2021, en un país bilingüe. Con esas miras, el Ministerio de Educación elaboró los lineamientos para la implementación de la enseñanza del inglés, mediante Resolución  de Secretaría General N° 2060-2014-MINEDU, que pretende mejorar la calidad de la enseñanza de este idioma para los estudiantes, fortalecer las capacidades de los docentes y difundir y mejorar la enseñanza de otros profesionales. Esto supone la enseñanza obligatoria del inglés en todas las escuelas públicas secundarias y superiores. Sin embargo, la presente administración ya va de salida y el nuestro es un país que se reinventa cada cinco años. De manera que es difícil predecir cómo serán las cosas en el futuro cercano y más aún el porvenir mediato.
Por lo tanto, está por verse la importancia que tendrá la enseñanza del inglés en el sector educativo público. Es decir, desconocemos la velocidad que presentará su avance. Pero, que seguirá adquiriendo cada vez mayor importancia, es innegable. Esto es una realidad a nivel universal a la que no es posible volver la espalda.
Actualmente quienes se han convertido en una fuerza importante para demandar la enseñanza del inglés son los padres de familia. Ellos exigen que sus hijos conozcan este idioma. Y ésta es una constante en la educación escolar en general, tanto pública como privada, impulsada por los actuales requerimientos laborales y la necesidad de adquirir conocimientos amplios y actualizados. Fuimos personalmente testigos cómo una comunidad tan tradicional y enraizada en su propia rica y ancestral cultura, como la peruano-japonesa, requirió que se quitaran horas de la enseñanza del japonés para procurárselas al estudio del inglés. Colegios de primer nivel que propugnan la enseñanza de otras lenguas como el alemán o el francés, no dejan de lado en modo alguno la instrucción del inglés.

La enseñanza de inglés a través de contenidos

Un campo dentro de la enseñanza del inglés que, estamos convencidos, experimentará un crecimiento notable, será la enseñanza de contenidos a través del inglés, que al mismo tiempo es la enseñanza de inglés a través de contenidos. Esto implica que más allá de la enseñanza de esta lengua como una materia, se usa para la instrucción de otros cursos. Enrumbamos aquí al terreno de la educación bilingüe, una tendencia que está ganando terreno aceleradamente a nivel mundial.

Las ventajas de este sistema son obvias principalmente porque ofrece a los estudiantes un dominio receptivo y discursivo de la lengua objetivo que difícilmente alcanzarían por otros medios. Freeman y Freeman (2009: 176-177) señalan  el gran provecho de enseñar inglés y contenidos académicos a la vez, destacando que la instrucción académica se puede realizar de modo que promueva el desarrollo de una lengua extranjera o segunda lengua; que con este sistema se aprende el lenguaje en un contexto natural que facilita la exposición junto con la expresión académica; que se proporciona a los estudiantes un motivo para utilizar el lenguaje, ya que ellos estarán usando las palabras y estructuras que aprenden para leer libros de texto, trabajar en proyectos, colaborar con otros estudiantes, etc. Y, por otro lado, no menos importante, que los estudiantes asimilan vocabulario académico en un contexto determinado y no de forma aislada a través de arbitrarias listas de palabras.

Claro que para esto se requiere una nueva generación de maestros competentes tanto en el curso que impartan como en el manejo del inglés, incluyendo la metodología apropiada para la enseñanza de idiomas, por cuanto estos maestros lo son tanto de la materia en cuestión como de la lengua inglesa.

En los estudios universitarios en los Estados Unidos, tanto a nivel de Bachillerato como de Maestría, los estudiantes seleccionan un major y un minor. El primero es la concentración  principal de materias de la especialidad seguida por el alumno, es decir, su carrera. El último es una segunda área de concentración, algo así como una segunda especialidad.  Una estrategia de este tipo podría funcionar para los educadores bilingües.

Un caso reciente y visión de futuro


En nuestro caso particular escogimos Historia como segunda especialidad de maestría. Pero nos cautivaron tanto los cursos que nos excedimos en el número de créditos. Esto motivó una reprimenda del Consejero a cargo de nuestro programa de estudios, quien nos espetó: “¿Qué carrera está siguiendo usted?” Nos decidimos entonces, para que no nos cortaran la viada, por una doble especialidad, un doble título.

Esto sirvió para que unos años atrás un colegio de primer nivel de Lima que se preparaba para entrar al sistema de Bachillerato Internacional, que exige la enseñanza de contenidos en una lengua extranjera (que suele ser el inglés) me encargara el iniciar un programa de Historia dictado en inglés, lo que constituyó una experiencia muy refrescante (tras muchos años dedicados exclusivamente a la enseñanza de inglés) y gratificante además.

El campo que se presentó ante nosotros fue muy fértil. Pudimos poner en práctica muchas estrategias y procedimientos interesantes, como la actuación por los alumnos de escenas de la historia, la realización de concursos de preguntas y respuestas siguiendo el modelo de populares programas televisivos, elaboración de sondeos y encuestas, la exhibición de power points y películas de contenido histórico, visitas a la biblioteca y proyectos, juegos didácticos, exposiciones por los alumnos y uso de organizadores gráficos además de poner en práctica trabajos grupales que promovieran tanto la investigación como el uso del idioma objetivo.

Pensamos que los jóvenes que se están preparando para la enseñanza del inglés deben de tener claro en sus miras que su profesión requerirá de ellos algo más que el dominio del inglés y la metodología de su enseñanza.

                                                                                                       
García Rico, Juan Ignacio. (2012). El aprendizaje de inglés a través de contenidos académicos. Un estudio de caso en EE.UU.. 23 de mayo, 2016, de Estudios de lingüística     inglesa aplicada. Sitio web: https://idus.us.es/xmlui/handle/11441/22119

Moir, Ellen. (2005). Six Key Strategies for Teachers of English. 23 de mayo 2016, de Alliance for excellent education Sitio web: https://uteach.utexas.edu/sites/default/files/files/SixKeyStrategiesELL.pdf

Vexler, Idel. (2010). El inglés y los colegios. La República, 29 de mayo, 2010. 20.

DATOS BIOGRAFICOS
Licenciado en Periodismo por la PUCP, Perú, Enrique Rojas R. tiene una maestría en Periodismo y maestría en Historia Inter Americana de la Southern Illinois University, EE.UU.; una maestría en Literatura de la Universidad de las Américas, Puebla, México, todos los trabajos prácticos para una maestría en TEFL en la Universidad de Piura, Perú; Es Bachiller en Educación de la Universidad Federico Villarreal. También ha obtenido títulos de Optima Competencia en inglés de la Universidad de Cambridge y de la Universidad de Michigan y el Diploma de Profesores de Inglés como Lengua Extranjera de la Universidad del Pacífico. Es examinador oral para los exámenes de la Universidad de Cambridge y ha sido galardonado con el título de Experto en E-Learning por la Asociación Educativa del Mediterráneo y la Universidad Marcelino Champagnat. Ha trabajado como catedrático en universidades del Perú, México y Estados Unidos; como locutor y productor en estaciones de radio y televisión en los Estados Unidos y México y como escritor y editor en la prensa diaria de los mismos países. Ha sido parte del personal de CIDUP durante 17 años, dedicándose a la enseñanza de inglés y español, y se ha especializado en exámenes internacionales, Inglés para Negocios, ESP y formación de profesorado. Es miembro del Área de Investigación del Centro de Idiomas de la UP.

miércoles, 18 de mayo de 2016

La interacción usuario-material en las universidades




LA EDUCACIÓN VIRTUAL EN LAS UNIVERSIDADES
Y EL ROL DEL DOCENTE

                                       Por Zarela Cruz

Hablemos acerca de la interacción usuario-material en las universidades. Es sabido que cada vez existe una mayor oferta de cursos de educación superior en las diferentes instituciones educativas no solo del país, sino también del mundo. Nos referimos entonces a una tendencia que cada vez más marca la pauta en el modelo a seguir. Sin embargo, la implementación de un programa o curso, implica también la evaluación de los resultados, que a la vez, debe considerar el nivel de satisfacción del alumno o participante. Es una problemática mucho más compleja de lo que parece.

La educación virtual se ha difundido en gran medida por el cada vez más fácil acceso a la tecnología, además del tiempo que los alumnos ahorran en el transporte, tanto a nivel local,  como en trasladarse a otro país en el caso de acudir a universidades extranjeras. Hasta aquí el panorama es ideal. Algunas universidades cuentan con plataformas de gran calidad e interactividad y, lógicamente, hacen buen uso de ellas. Otras, se han visto obligadas a adoptar este tipo de tecnología debido a los convenios internacionales que han firmado, o porque además desean obtener un tipo de acreditación que corresponda a una de las diferentes carreras que imparten. Al hacerlo, un número de horas del curso deben ser virtuales y, en algunos casos, el curso se dicta totalmente empleando la plataforma. Los docentes reciben la capacitación necesaria para conocer y utilizar el canal que les corresponde  y cada curso cuenta con un diseño diferente, incluyendo: foros, materiales de refuerzo, clases presenciales, PPTs con audio, videos, entre otros. Sin embargo, el nivel de satisfacción de los alumnos universitarios no siempre es el esperado. ¿Por qué? Muchos piensan que esa no es la forma más apropiada de llevar un curso. Aunque pertenezcan a la generación del milenio, prefieren las clases presenciales, donde sienten que aprenden más. Reconocen la utilidad de las plataformas pero no sienten que aprendan realmente o no se sienten acompañados en el proceso de aprendizaje. ¿Por qué ocurre esto?

Como docentes nos hemos visto obligados a cambiar constantemente nuestro rol: pasamos de ser proveedores de información a ser facilitadores del proceso de aprendizaje; debemos emplear términos cognitivos tales como: analizar, reflexionar, teorizar y experimentar entre otros; debemos aprender a interactuar en las diversas variantes:  interacción usuario-material, usuario-instructor y usuario-usuario que pueden también llevarse a cabo de forma sincrónica o asincrónica (1)  y nos enfrentamos también al dilema de escoger entre la aplicación de la tecnología y la adopción del humanismo. Coincidimos que en una clase presencial hay elementos que no se dan necesariamente en un entorno virtual y que éstos facilitan la interacción y la riqueza de los aportes espontáneos que sólo se dan en un entorno presencial.




Hemos empezado también a observar que en algunas universidades la calidad de los cursos no es óptima y también que en ciertas instituciones los alumnos dan por sentado que con sólo inscribirse en un diplomado o maestría los obtendrán sin mayor esfuerzo y esto ocurre no sólo por la falta de calidad del material, sino también por la ausencia de un sistema de evaluación que realmente refleje el aprendizaje del alumno. Esto nos lleva a otra interrogante: ¿cómo tener la certeza que es el alumno inscrito el que desarrolla los temas, trabajos, tareas y/o exámenes? Muy pocas universidades cuentan con un software de reconocimiento de patrón de escritura; otras requieren de exámenes finales presenciales para validar el aprendizaje.

A partir de estas reflexiones, los invitamos a compartir con nosotros sus experiencias como docentes en el entorno virtual.

¿Es conveniente implementar la educación virtual? ¿Por qué?
¿Cómo podemos los docentes adaptarnos ante los cambios en la era digital?
¿Conoce qué universidades ofrecen carreras a distancia en el Perú?
¿Existen diplomados y/o maestrías virtuales que se ofrecen a nivel mundial?

No dejen de revisar los enlaces que acompañan este artículo. Encontrarán información complementaria de interés que los guiarán en esta transición que experimenta el ámbito educativo en general.


Rol del profesorado universitario ante los cambios digitales

¿Es conveniente la educación virtual? - Perú 21

El rol del maestro 

Universidades a distancia en el Perú

Diplomados mundiales


BIODATA

Zarela Cruz es traductora de profesión dedicada a la docencia por más de 20 años.  Ha concluido sus estudios de maestría en Lingüística por la PUCP y se ha diplomado en la Enseñanza de Español como Lengua Extranjera, en Diseño de Cursos  en Entornos Virtuales entre otros. Cuenta también con certificados de la red Laureate en Enseñanza  de Educación Superior, Enseñanza al Adulto Trabajador y Educación en Línea, Híbrida  y Mixta.  Actualmente se desempeña como docente en el Centro de Idiomas de la Universidad del Pacífico. 

miércoles, 11 de mayo de 2016


     Aimara, Asháninca, Conibo, Shipibo…
¿Sabemos Cuántas Lenguas se Hablan en el Perú? y ¿Cómo Ayudar a que Perduren en el Tiempo?


By Carmen Hurtado


Si buscamos en diferentes fuentes, aún dentro de las consideradas oficiales, es difícil obtener una cifra 100% certera que responda a la primera pregunta. Lo que encontramos son aproximaciones en base a los diferentes estudios realizados en nuestro país. Hallamos cifras de entre 40 y 65 lenguas, de las cuales casi 50 han sido registradas con grabaciones y gracias a esto, afortunadamente, aún podemos saber de ellas.

Una dificultad para conocerlas radica en la complejidad de las mismas en cuanto a rasgos tonales. Muchas veces, por ejemplo, podemos comunicar algo diferente si variamos el tono de alguna palabra. Otro es el caso de la lengua shipiba en la cual es necesario dar muestras de evidencia al comunicar algo; es decir, debemos dar la fuente de nuestro mensaje y/o cómo fue obtenida la información. Además es complejo determinar cuándo estas variedades son lenguas o cuando son dialectos de éstas.
Hace exactamente un año, el 11 de marzo del 2015, por coincidencia leí en un importante diario local la presentación que acababa de hacer el Ministerio de Cultura. Se trataba del Mapa Sonoro Estadístico de Lenguas Indígenas  u Originarias, la que permitía escuchar las 47 lenguas indígenas que se hablan en el país; o, por lo menos, aquéllas que han logrado registrarse oficialmente. Una plataforma virtual, disponible de forma gratuita en internet, incluía datos estadísticos sobre los hablantes y las regiones donde dominan estas lenguas, así como videos de canciones tradicionales e imágenes referenciales de los pueblos. Realmente llamó mi atención; lamentablemente, con posterioridad a dicha presentación, no he visto mayor difusión al respecto.
El artículo 48, capítulo I, Título II, referente al Estado y La Nación, de la Constitución Política del Perú (1993) señala: “Son idiomas oficiales el castellano y, en las zonas donde predominen, también lo son el quechua, el aimara y las demás lenguas aborígenes, según la ley.”

El Perú tiene un total de 29 millones de habitantes y ninguna lengua originaria se habla en la costa, donde vive la mayoría de la población. Curioso, ¿verdad?  Si reflexionamos por un momento sobre qué tanto hemos hecho por preservar nuestras lenguas, tal vez poco o nada serían nuestras respuestas y ello debido a muchos factores, entre ellos el desinterés de las autoridades competentes en esta área de promover una verdadera identidad nacional que nos haga sentir orgullosos de lo que tenemos. Por el contrario, movidos por conseguir mejores oportunidades es que nos hemos visto en la necesidad de aprender además del español, que llegó a ser nuestro idioma desde 1532, aprender por ejemplo el inglés, portugués, francés entre otros idiomas, que poco a poco van enriqueciendo nuestro interactuar, principalmente en la ciudad.

Sin embargo, considero que no se trata solamente de señalar si aportamos o no al respecto, sino de ver formas de promover el preservar nuestras lenguas y evitar que sigan desapareciendo silenciosamente. El presente artículo podría quizás ayudar a difundir la existencia de los idiomas aún vigentes, pero mucho más lo hará una fuente referencial que pueda llegar a muchos lectores a quienes invito a compartirla y, sobre todo, disfrutar del mapa sonoro al que considero una fuente cultural realmente valiosa de poder conocer algo de ellas, alcanzable a través del siguiente link: http://mapasonoro.cultura.pe/.



 La historia señala que la independencia trajo consigo la restricción del quechua y la promoción del español o castellano. Hacia finales del siglo XVIII se prohibió el uso de las lenguas indígenas. Se proscribe el quechua por considerar que se estaba gestando con él un movimiento revolucionario. La independencia no desarrolló una nación pluricultural y multilingüe. Esto trajo como consecuencia en la práctica que la población indígena no tuvo derecho a votar sino hasta 1979. Afortunadamente, esto ya no es así y podemos ser testigos de cómo quechuahablantes, hispanohablantes y algunos compatriotas bilingües de español y alguna otra lengua originaria de nuestro país, pueden hacer uso de su derecho al voto.

Permítanme invitarlos a difundir los registros con que contamos de manera oficial en la actualidad ante la situación que viven nuestras lenguas originarias, dado que muchas de ellas se han extinguido a lo largo de la historia y que 27 de las sobrevivientes están en peligro de desaparecer. De mis estudios en la universidad además de llevar el curso de latín, me cautivó también el haber llevado el curso de quechua del cual me quedó un pequeño poema aprendido en aquel entonces que comparto a nivel de audio y espero podamos intercambiar algunos otros con muchos más colegas que se animen a dejarnos mensajes breves en alguna otra lengua o dialecto que sea de su conocimiento o agrado: http://vocaroo.com/i/s1NIIm4kfK8B 

Referencias:
Mapa sonoro estadístico. Lenguas Indígenas u originarias.
Ministerio de cultura:
Base de datos de pueblos indígenas u originarios. Ministerio de Cultura.
El Comercio Archivo
Constitución política del Perú
link con grabación del poema

Bio Data:
Carmen Hurtado, educadora graduada en educación. Motivada a investigar temas relacionados a la educación como formación y acompañamiento docente a través del Centro de Idiomas de la Universidad del Pacífico. Realizó estudios de maestría a través de la Universidad de Piura. Mención en Enseñanza de Inglés como Segunda Lengua. Experiencia docente amplia a nivel de centros educativos públicos y privados, así como a nivel de Centros de Idiomas y Universidades muy importantes. Actualmente, amplía su experiencia en el dictado de cursos online y comparte su inquietud a través de artículos de gran interés a través del presente blog.

jueves, 5 de mayo de 2016




¿Qué Significa Conocer una Lengua Extranjera
Para la Nueva Ley Universitaria Peruana?



Por Mayra Yaranga



Antes de que la nueva Ley Universitaria (30220) fuera oficializada a mediados del año pasado, las universidades peruanas tenían dos caminos en lo que al conocimiento de una lengua extranjera atañía. Por un lado, podían demandar una constancia, certificado o examen de suficiencia a través de sus centros de idiomas. Por otro, incluir cursos en inglés en sus mallas curriculares. Estas dos medidas captaron simpatizantes y detractores; los primeros sostenían que los estudiantes deben ingresar a la universidad con un nivel apropiado en una lengua extranjera, que no se debía invertir tiempo en desarrollar habilidades lingüísticas en una lengua foránea pues los cinco años que duran la mayoría de las carreras quedan cortos para profundizar los conocimientos propios de la misma. Pero aquellos que apoyaban la segunda opción afirmaban que con los 11 años de educación básica regular no concluye el proceso de aprendizaje de una lengua extranjera y por tanto debían encontrar soluciones dictando, en la misma facultad, algunos cursos en inglés.

La nueva Ley Universitaria
El fin de la controversia lo marcó la ahora vigente Ley Universitaria Peruana 30220, promulgada en  julio del 2014 que, por un lado, sustenta que para la obtención del grado de bachiller se debe conocer un idioma extranjero y para el de doctor dos, y que, como el artículo 40° señala textualmente: “La enseñanza de un idioma extranjero, de preferencia inglés, o la enseñanza de una lengua nativa de preferencia quechua o aimara, es obligatoria en los estudios de pregrado”. Podemos considerar que esta medida busca estandarizar el proceder de las casas de estudio, a la vez que pone sobre el tapete la necesidad de que todo egresado de una universidad peruana deba conocer una lengua extranjera, lo que le puede acarrear enormes ventajas y beneficios, tanto académica como profesionalmente.

Aspectos que requieren mayor precisión
A pesar de lo expuesto, la propuesta de la Ley Universitaria necesita un análisis responsable para contar con resultados óptimos. Por un lado, la ley no especifica el nivel de competencia en la lengua extranjera que los estudiantes deban tener para obtener el grado de bachiller o el doctorado. El uso del verbo “conocer” puede acarrear mucha subjetividad. Un estudiante podría alegar que al haber vivido en el extranjero o haber estado allí de viaje por vacaciones ya conoce la lengua, que ha podido interactuar en el país de habla extranjera sin mayor dificultad. Sin embargo, el haber utilizado una lengua ajena en contextos informales dista mucho de las exigencias en cuanto al estilo y precisión léxico-gramatical de la escritura académica. Por ello, las universidades deben garantizar que los cursos incluidos en las mallas curriculares no solo contemplen el dominio general de la lengua extranjera, sino que cuenten con una significativa riqueza académica, por lo cual se debe promover la enseñanza de los cursos especializados, conocidos por ejemplo en el ámbito de la enseñanza del inglés como “English for Specific Purposes” (ESP) o “English for Academia Purposes” (EAP).

Este primer reto conlleva al segundo: el contar con magísteres o doctores especializados en la metodología de una lengua extranjera y el conocimiento de la temática de la carrera. No solo se trata de empezar a contratar a profesionales que dominen la lengua, sino también que estos conozcan el diseño, ejecución y evaluación de los cursos de ESP o EAP. Uno de los retos más grandes de los docentes a cargo de estos cursos será la delimitación del acervo lingüístico a requerirse a los estudiantes universitarios antes de poder llevar estos cursos. De nada serviría que los alumnos se matriculen en este tipo de materias para que luego traduzcan los documentos de trabajo. La idea es que los estudiantes puedan familiarizarse con la terminología de la carrera, sin suponer erróneamente que el objetivo del curso es realizar un glosario -- que se puede encontrar fácilmente en internet--  sino del involucramiento en su propio proceso formativo.

Conclusión
Existen interesantes retos que asumir a partir de la promulgación de la ley 30220. El más urgente es reconocer y sincerar la utilidad de manejar una lengua extranjera en el ámbito universitario de pre y postgrado. No es lo mismo conocer una lengua para propósitos generales, realizar turismo o entender una película, que leer artículos del MIT relacionados a la profesión escogida, solo por dar un ejemplo. Asimismo, que los estudiantes universitarios dominen una lengua extranjera no solo significa acceso a más información inmediata y relevante a sus carreras profesionales sino también la posibilidad de realizar intercambios académicos o postular a becas para desarrollar estudios de postgrado en el extranjero.

Referencias:
Nueva Ley Universitaria Nº 30220. Diario Oficial el Peruano, Lima, 9 de julio del 2014
Formato digital: http://www.sunedu.gob.pe/nueva-ley-universitaria-30220-2014/

Yaranga, M. (2013). El inglés como segunda lengua: Acceso y oportunidad en el Sistema Universitario. Revista Educación, ISSN Nº 1813 - 3363. Lima, Perú: Universidad Femenina del Sagrado Corazón. pp 65-71. 

 ¿Que opinas?
¿Cuáles son los retos de la enseñanza/ aprendizaje del inglés en el ámbito universitario peruano?

Biodata
Mayra Yaranga (1985) cuenta con estudios completos de Doctorado en Educación en la UNIFÉ; posee el Grado de Magíster en Medios, Cultura e Identidad por la Universidad de Roehampton (Londres) revalidado por la PUCP, el Grado de Bachiller en Educación por la UPCH y el Título de Licenciada en Idiomas por el IPNM. Actualmente se desempeña como Especialista Pedagógica y Miembro del Àrea de Investigación en el Centro de Idiomas de la Universidad del Pacífico. Asimismo coordina los cursos de ESP y es Profesora Asociada en Unife. Ha publicado artículos en los campos de enseñanza del inglés y estudios culturales.


miércoles, 4 de mayo de 2016



Estimados lectores/seguidores:

Cautivados por los  temas educativos relacionados con la enseñanza de idiomas en nuestro país, los invitamos a disfrutar de la siguiente ronda de artículos, escritos esta vez en español, para acercarnos a nuestros colegas de las diferentes áreas de este ámbito docente y animarlos a intercambiar opiniones sobre los temas que semana a semana iremos publicando.

Presentamos hoy el tema:

¿Qué Significa Conocer una Lengua Extranjera
Para la Nueva Ley Universitaria Peruana?


Con esta primera entrega iniciamos nuestra presente ronda; otros similares seguirán hasta el 7 de junio. Apreciaremos todos los comentarios y/o sugerencias que tengan a bien dejarnos en relación con cada artículo y los invitamos a compartir el enlace para desplegar muchas más ideas y contribuir así con el interactuar intelectual que pretendemos con nuestros lectores a través de nuestro blog.

Aquí viene nuestro primer artículo. Esperamos que lo disfruten al igual que los demás que ya vienen en camino.


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