Por Mayra Yaranga Hernández.
En nuestro contexto educativo, es común que los docentes de inglés
como lengua extranjera experimenten un grado de impotencia ante los desafíos
que presenta esta actividad. Constantemente están buscando solución a estos
problemas, tratando de encontrar un método, una técnica o una actividad lúdica
que los resuelva. Sin embargo, las soluciones suelen ser “parches” ante una
realidad inconmensurablementemás compleja. Los actores principales son,
evidentemente, los mismos docentes y las instituciones educativas.
En primer lugar, es necesario que el docente practique una
autoevaluación. ¿En qué medida es posible argumentar las decisiones que se
toman en el aula? Por ejemplo, si se utiliza un video, una canción o un juego,
¿Podría todo docente justificar por qué y para qué lo ha utilizado?
¿Sabríafundamentar su uso del tiempo en clase para dedicarlo a determinadas
actividades? ¿Conseguiría encontrar una relación sensata entre los objetivos de
la clase y dicha actividad o material? ¿Lograría interiorizar los detalles de
la retroalimentación que se le brinda, y reflejar esto en clases posteriores?
Por otro lado, a menudo se exige al docente utilizar la tecnología en clase.
¿Está el docente capacitado específicamente para utilizar la tecnología de
manera que ésta no se convierta en el centro de la clase, sino que sea un apoyo
para unas bases metodológicas bien constituidas? Es necesario que el docente
realice una labor intensiva de reflexión, de autocrítica constructiva y que
reavive su lado investigador para que logre respuestas efectivas ante las
situaciones que enfrente en su quehacer diario.
Es aquí donde la responsabilidad de las instituciones educativas es
fundamental. Si se desea que el docente adquiera un rol activo en su propio
desarrollo metodológico, también es de vital importancia generar las
condiciones adecuadas para que esto se dé dentro del propio entorno laboral.
¿Es tal cosa posible cuando un docente trabaja de 8:00 a 4:00 sin parar, con un
receso de 15 o 30 minutos para el almuerzo? ¿Podrá el docente reflexionar sobre
su clase cuando también se le asignan tareas fuera de los cursos que imparte,
tales como cuidar los patios, coordinar actividades extracurriculares o
preparar materiales para un festival? ¿Existe tiempo para que los docentes del
área de inglés se reúnan y definan estrategias a corto, mediano y largo plazo,
o acuerden la metodología por utilizar? ¿Es posible para los docentes capacitarse
fuera del horario de trabajo con la remuneración que reciben mensualmente
considerando que muchas veces trabajan en las tardes y noches? Si bien se
afirma constantemente que el maestro debe adaptarse al
mercado actual, podríamos preguntarnos si el mercado actual propicia el
desarrollo del docente.
En conclusión, tanto los docentes como las instituciones educativas
deben revisar cuidadosamente su enfoque ante el desarrollo docente. Sólo
partiendo de los puntos básicos mencionados anteriormente se logrará una
reflexión coherente y efectiva que logre dar solución a los problemas
metodológicos que se puedan presentar en cualquier contexto educativo.
¿Es posible superar las
limitaciones en el plano metodológico?
¿Cómo podemos afrontar esta
situación?
Biodata
Mayra
Yaranga (1985) cuenta con estudios completos
de Doctorado en Educación en la
UNIFÉ; posee el Grado de Magíster en Medios, Cultura e
Identidad por la
Universidad de Roehampton (Londres) revalidado por la PUCP, el Grado de Bachiller
en Educación por la UPCH
y el Título de Licenciada en Idiomas por el IPNM. Actualmente se desempeña como
IELTS Trainer y Miembro del Àrea de
Investigación en el Centro de Idiomas de la Universidad del
Pacífico. Asimismo coordina los cursos de ESP y es Directora del Centro PRE en
Unife. Ha publicado artículos en los campos de enseñanza del inglés y estudios
culturales.